Publicada el 4 febrero |La Cartuja, el parque científico y tecnológico sevillano por excelencia, fue un laboratorio de innovación en materia climática con motivo de la Exposición Universal de 1992. Las técnicas de refrigeración ensayadas en su recinto (quién no recuerda las pérgolas con aspersores ) fueron un ejemplo de cómo combatir las altas temperaturas del clima sevillano.
En 2021, la Cartuja con un gran proyecto, volverá a ser un espacio de referencia en la lucha contra el cambio climático para lograr un modelo de ciudad más sostenible. El proyecto se llama CartujaQanat y toma el nombre de un invento de los persas. Un qanat es una galería subterránea para captar agua y transportarla. La iniciativa, está liderada por el Ayuntamiento, que cuenta con la participación de seis socios (Emasesa, Gerencia de Urbanismo, PCT Cartuja, Universidad de Sevilla, Instituto Eduardo Torroja del CSIC y Fundación Innovarcilla) .
CartujaQanat está presupuestado en cinco millones y está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través de la Iniciativa Urban Innovative Actions, quien aporta el 80%.
Este proyecto permitirá recuperar para el ciudadano una zona que está abandonada desde hace años, parte de la Avenida Thomas Alva Edison ( entre la calle del Agua y Leonardo da Vinci) lográndose mediante el sistema acueducto-Qanat, un zoco y un anfiteatro.
El qanat servirá para enfriar el aire mediante su paso sobre una lámina de agua a baja temperatura, que se encuentra en circulación por el interior de una estructura prefabricada de hormigón que se instala bajo rasante, junto con conductos para la circulación del aire. Este sistema se dispondrá en el acueducto y sobre la cubierta del zoco. El acabado en superficie de los qanats será con césped.
El zoco, será el elemento principal y estará ubicado en el centro del bulevar (una superficie aproximada de 750 metros cuadrados). Se ha previsto su acondicionamiento climático tanto para el verano como para el invierno. Se construirá un espacio semienterrado, con una profundidad de dos metros. Contará con una cubierta plegable y el interior será diáfano. Se dispondrán gradas en todos sus laterales, excepto en la fachada sur. Entre las gradas y los qanats habrá vegetación. La cubierta plegable permitirá “hacer suyo” también el espacio exterior anexo al zoco, en la zona este, que se puede convertir en una plaza anexa.
Cada una de las fachadas del zoco tendrá un tratamiento diferente acorde con las necesidades de control solar y viento definidas por el equipo técnico encargado de la redacción del proyecto, compuesto por Emasesa y la Universidad de Sevilla.
El anfiteatro se recuperará pensando en la época estival. Así, se rehabilitará la estructura, desmontando la cubierta textil, que se encuentra en un estado muy deteriorado, y reponiéndola por nuevas lonas.